¿Podrás perdonarme algún día? sigue la historia de Israel, una biógrafa respetada que cae en desgracia al comenzar a falsificar las cartas de escritores y celebridades fallecidas con el fin de pagar su alquiler.
Cuando las falsificaciones comienzan a levantar sospechas, Israel roba y vende las verdaderas cartas de los archivos de la biblioteca sin saber que el FBI le está pisando los pies.
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Que tremenda sorpresa este film. Con una Melissa McCarthy que me supera en una de sus performances mas sorprendentes.
Y me pongo a pensar, mira que la recuerdo en las Gilmore Girls (2000) como Sookie St James (como amaba esa serie) Y quien iba a vaticinar que la joven comediante se iba a transformar en una inigualable y bien portentosa actriz.
Y es que Marielle Heller es la encargada de presentarnos un film por completo placentero. Realmente logra plasmar la historia verídica de Lee Israel brindándole una estructura adecuada acompañada de una muy buena banda sonora.
Realmente Heller sabe plasmar esa sensación Newyorkina en base a una banda sonora justamente seleccionada y a una fotografía que llama a la geografía urbana de la misma.
Con un cast estelarizado por una sorprendente Melissa McCarthy. La actriz hace uso de un dramatismo poco conocido en ella. Convengamos que McCarthy nos tiene acostumbrados a personajes cómicos y a la comedia genuinamente física. Siendo literalmente una de las mujeres comediantes mas importante a nivel mainstream.
McCarthy se hace de un rol que infringe en el dramatismo puro con una escritora agobiada por su falta de trabajo, alcohólica y que en el fondo de la situación decide recurrir al extremo de falsificar documentos para poder subsistir.
En la pantalla, en el film, McCarthy se siente una actriz dramatica nata en todo momento. De principio a fin uno se aleja por completo de todos los roles que ha interpretado y es hasta en los momentos mas extremos, un ejemplo claro es al final del film donde verdaderamente hay que sacarse un sombrero por su performance.
La acompaña como contraparte, como secundario Richard E. Grant como un cómplice devenido en amigo con un prontuario de mala fama y dejando mucho que desear. Realmente el cast seleccionado para la película es uno de los mejores que he visto en mucho tiempo. Grant no podría haber sido mejor seleccionado para su rol, y le aporta una efervescencia al personaje que es inigualable. Lo mas interesante es la química entre ambos. Hasta en los momentos mas extremos del film, y justo, hasta cuando se despilfarran insultos donde uno puede entender el amor y el afecto que crece entre ambos personajes.
Se les agrega Dolly Wells, Jane Curtin, Christina Navarro y Ben Falcone.
Marielle Heller se hace de la historia de Lee Israel y siendo esta una verdadera y legitima historia de fraude y mentiras le aporta una emotividad, un sentido de confidencia que verdaderamente se siente sorprendente.
Lee Israel podría ser un personaje odiable. Sin embargo en base a la estructura que tiene el film y la mano de Heller, uno puede entender como Lee Israel se transforma en una persona añorable. Un ser que probablemente encuentra su propia voz falsificando voces ajenas.
Como escritor no puede evitar sentir que este film es un film increíble. Porque viene a rendirle tributo a todas esas voces apagadas que por un motivo u otro se hacen para atrás con respecto a su vocación, la vocación de contar historias, de sentarse en un escritorio y tipear en una maquina.
Y les puedo confesar algo personal?
Yo puedo parecer muy joven, pero la realidad es que cuando comencé mi camino, el camino portentoso (ponele) de la escritura. Me hacia con una Olivetti. Y tecleaba y tecleaba hasta el cansancio. Borrando algún que otro error con Liquid Paper y sufriendo noches de Invenciones y fantasía (ah re ñoño).
Este film me llamo a la nostalgia. Me hizo recordar esas épocas.
No pude evitar que me gustara mucho este film.
Totalmente recomendable.